Se requería la máxima vigilancia, segunda equipacion barcelona ya que los aparejos cuadrados eran difíciles de maniobrar en esas condiciones de viento y se necesita un amplio círculo de giro para cambiar de rumbo. El jueves 4, el Endeavour estaba a dieciocho millas de tierra y pudo ver la entrada de la bahía de Kaipara, que Cook llama bahía Falsa, pero en cuanto tuvo oportunidad, y antes de alejarse demasiado hacia el sur, viró y puso rumbo noroeste contra el viento para volver a navegar más próximo a al litoral que se estaba perdiendo y, de paso, echarle un último vistazo al cabo Maria van Diemen.