La derrota del equipo en la final de Copa hacía volver de golpe a la cruda realidad de estar una temporada más sin participar en ninguna competición europea y teniendo que hacer ventas importantes de jugadores para cuadrar el limitado presupuesto para la siguiente campaña. La afición tenía grandes esperanzas en llegar lejos en la Copa al no disputar esta temporada ninguna competición europea, y además estar en el lado del cuadro donde evitaba enfrentarse hasta la final con los tres rivales más fuertes.